El ISIS regresa a las puertas de Palmira

Los combates entre yihadistas, rebeldes y tropas regulares se reactivan en diversos frentes en Siria

Natalia Sancha
Beirut, El País
Con los ojos de la comunidad internacional centrados sobre Alepo, el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) aprovecha la aglutinación de los efectivos de las tropas sirias en esta estratégica metrópoli para lanzar múltiples ofensivas en la provincia de Homs. Allí, los yihadistas acechan a los uniformados sirios a las puertas de la histórica Palmira. Al norte del país, son los grupos rebeldes y los combatientes kurdos quienes arremeten a su vez contra posiciones del ISIS. Los bombardeos prosiguen sobre las regiones de Hama e Idlib aumentando el reguero de víctimas civiles, mientras que al sur del país, los heridos mueren a las puertas de la frontera jordana, cerrada a cal y canto desde el pasado mes de junio.


Aprovechando que Damasco mantiene concentrados sus efectivos en Alepo, el ISIS ha lanzado en las últimas 72 horas varias ofensivas en la provincia de Homs. Los yihadistas lograron hacerse con los pozos petrolíferos de Jahar. Afectados por la mala visibilidad que impidió a los cazas rusos y sirios ampararles desde el cielo, los soldados regulares sirios se retiraron de varias posiciones, perdiendo a medio centenar de sus hombres en los combates, según informa el Observatorio Siro para los Derechos Humanos (OSDH). El ISIS también acecha a las tropas de Bachar el Asad en Palmira, en la misma provincia, cuyas milenarias ruinas forman parte del patrimonio de la humanidad de la UNESCO y fueron liberadas, junto al resto de la localidad, el pasado mayo por las tropas sirias tras permanecer 10 meses bajo el yugo del califato. El OSDH ha informado este sábado de que el grupo yihadista ha vuelto a entrar en la localidad vieja de Palmira. A través de Al Amaq, la revista y herramienta propagandística del ISIS, el grupo radical clamó este sábado haber derribado un avión sirio sin que Damasco haya confirmado o desmentido la noticia.

Si embargo, los yihadistas no son los únicos que se han lanzado al ataque, sino que también se han visto asediados por diferentes flancos. Varios grupos rebeldes les acechan en la estratégica localidad de Al Bab, al noreste de Alepo y cercana a la frontera turca. Según el OSDH, alzados y Ejército turco habrían entrado ya en la ciudad. Al noreste del país, son las Fuerzas Democráticas Sirias (conglomerado de grupos rebeldes junto con combatientes kurdos respaldados por Washington) quienes intentan expulsar al ISIS de Raqa, capital del autoproclamado Estado Islámico. Misión en la que el secretario de Defensa norteamericano, Ash Carter, anunció este sábado que otros 200 soldados norteamericanos serán desplegados junto a los 300 ya activos en territorio sirio.

Más de 50.000 civiles habrían sido evacuados del Alepo oriental, bajo control rebelde, según declaró este sábado el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashénkov. Unos 20.000 tan solo en las últimas 24 horas, asegura. “Anoche registramos nuestros nombres en una lista que se entregó a la Media Luna Roja siria y al Ejército [sirio]. Pero aún no hemos podido salir por el intenso fuego de artillería”, relató desde un barrio cercado el activista Abu Hamza, que desmiente que miles de civiles hayan abandonado los últimos seis distritos bajo control insurrecto.

Al menos 1.000 armados se habrían rendido a las tropas sirias en los distritos de Bustan al Qasir y Sheij Saeed acogiéndose a una amnistía ofertada por Damasco este viernes. A escasos kilómetros de allí pero en el hemisferio izquierdo de la ciudad, bajo control del Ejército sirio, 24 civiles perdieron este sábado la vida bajo la lluvia de morteros rebeldes. Sin que los vaivenes diplomáticos entre la comunidad internacional y Rusia hayan dado frutos tras intensos días de negociaciones, Moscú anunció que las tropas sirias ya controlan el 90% de la Alepo oriental.

Es a Idlib, única capital de provincia aún en manos rebeldes, adonde aspiran a ser evacuados los combatientes opositores acorralados en Alepo. La semana pasada, la Agencia Estatal de Noticias siria, Sana, anunció el traslado de 2.000 insurrectos junto a 1.600 familiares de la localidad de Jan al Shij, al sur de Damasco, hacia Idlib. “Estos trasvases nos permiten concentrar a los terroristas en una única región y cortar con el desgaste humano y bélico que suponen los combates en las urbes. Más tarde ya los combatiremos allí si no huyen a su santuario en Turquía”, explica desde el anonimato un oficial del Ejército regular sirio.

La Defensa Civil siria, más conocida como los Cascos Blancos y que opera en zonas bajo control rebelde, cifró en 175 los ataques aéreos sobre Idlib en la última semana, dejando un balance de 136 cadáveres. Al menos 65 de ellos en la localidad de Maarat al Numan, tras el bombardeo de un concurrido mercado.

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