Billete boliviano de los 80 atrae a coleccionistas chilenos por una imprecisión

De acuerdo con una publicación del diario el Mercurio de Antofagasta, el papel moneda de 500 pesos bolivianos se transa vía internet hasta en 65.000 pesos chilenos —unos $us 109— porque confunde al puerto de Mejillones con el de Antofagasta.

La Razón Digital / Rubén Ariñez / La Paz
Un billete boliviano de la década de los 80 que consigna la imagen del héroe del Topáter Eduardo Abaroa atrae a coleccionistas chilenos en los sitios de subasta en internet, no por su valor histórico, sino porque tiene un supuesto error: confunde al puerto de Mejillones con el de Antofagasta.


De acuerdo con una publicación del diario el Mercurio de Antofagasta, el papel moneda de 500 pesos bolivianos se transa vía internet hasta en 65.000 pesos chilenos —unos $us 109— “debido a sus singulares imprecisiones”.

El diario puntualiza que el billete tiene en el anverso al “puerto de Antofagasta” de 1879, pero “solo basta con dar una mirada más minuciosa a la ilustración para descubrir que la imagen hace referencia en realidad al puerto de Mejillones (…) ya que es fácilmente identificable el sector de Punta de Angamos en el fondo de la bahía”.

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Describe también que el principal edificio que se destaca en la imagen es “la casa de Chile” que se erigió, según la publicación, en Mejillones en la década de 1870 para ser el consulado de Chile en Bolivia.

Sin embargo, precisa que este mismo edificio en lo posterior fue trasladado a Antofagasta en 1888 para ser la aduana. Hoy aún persiste y en él funciona el Museo Regional, añade el Mercurio.

Una oferta de venta en internet del billete de 500 pesos.
En páginas como Mercado Libre o Yapo se ven ofertas de ese papel moneda boliviano que dejó de circular en 1987, tras que el gobierno de Víctor Paz Estenssoro dictaminara una Nueva Política Económica para enterrar el peso que se había devaluado por la inflación que golpeó al país en ese periodo.

El presidente de la asociación chilena de “Los viejos estandartes” aseguró que “es una pieza muy interesante, porque te das cuenta que los bolivianos incluso desconocías lo que era antes su propio territorio”.

La afirmación es, en suma, una aceptación de la pertenencia de esos emblemáticos ancladeros a Bolivia que le fueron arrebatados por Chile tras una invasión y guerra en 1879 y que le cercenó su cualidad marítima.

La Paz demandó a Santiago en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para que negocie de buena fe, sobre la base de sus propios compromisos, una salida soberana al Pacifico y el juicio está en la fase final.

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